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Elsa Then se hacía pasar por cosmetóloga. La dominicana estafó a docenas de mujeres que acudían a ella para borrar las arrugas e imperfecciones de sus rostros. Su falta de ética y profesionalismo le provocaron a muchas de sus clientas lesiones permanentes, pero el uso de pegamento para cerrar sus heridas le causó la muerte a una de ellas.

El Nuevo Diario dio a conocer esta trágica historia, en la que se informa también que la farsante ya ha sido juzgada por la ley. A Elsa Then se le declaró culpable de homicidio negligente en segundo grado y podría pasar hasta cuatro años en la cárcel.

Fiordaliza Pichardo, también originaria de República Dominicana, murió por culpa de una dosis mortal de silicona. Esta mujer de 43 años estaba recibiendo inyecciones en los glúteos y los muslos, y como parte de la rutina de Then, sus heridas fueron selladas con 'Crazy Glue'.

De acuerdo con el Nuevo Diario, la mujer murió porque su organismo no fue capaz de combatir y resistir la putrefacción que el pegamento y la falta de higiene provocaron en su cuerpo. La falsa cosmetóloga atendió a Pichardo en 2009, y la inyectó en su propia casa en El Bronx.

Su hija, que estuvo presente durante el procedimiento, relató lo que recuerda de aquella sesión: "Cuando estaba inyectando a mi madre mi mamá no aguantaba el fuerte dolor que sentía, entonces, buscó 'Crazy Glue' y papel toalla Bounty para sellarle las heridas, incluso, me pidió que la ayudara".

A principios de mes publicamos otra nota sobre las llamadas 'pumping parties', que no son otra cosa que sesiones entre amigas en las que de manera ilegal se aplican inyecciones de silicona. El tema tomó relevancia luego de que una mujer fuera llevada de emergencia al hospital tras haberse inyectado a sí misma en el rostro, silicón comprado en una tienda de productos para el hogar.

Fuente: estilo.aollatino.com