La ropa de moda femenina por excelencia son los vestidos. El fin de un vestido es delinear la feminidad de una mujer a manera que el cuerpo se vea hermoso y al mismo tiempo que el vestido luzca por su diseño y tela.
Los vestidos han sido símbolos a través de la historia, por ejemplo los amplios vestidos en forma de campana de los siglos quince y dieciséis en Francia. En estos vestidos el punto focal era la cintura de avispa y un escote prominente. Este estilo mostraba lo más femenino del cuerpo de una mujer descansando en una amplia falda acampanada. En todas las épocas, los vestidos han destacado diferentes partes del cuerpo femenino.

En los Estados Unidos en los años 1920´s los diseños de vestidos se diseñaban sin enfatizar el cuerpo, la idea era una línea recta que hacía que el cuerpo se viera delgado y que reflejaba el lugar de la mujer en la sociedad. En lugar de empujar el escote, afinar la cintura o acentuar las caderas, estos vestidos llamados “flappers” eran sencillos y coquetos. Estos vestidos de la ropa de moda femenina se diseñaron a manera de que tenían aplicaciones que colgaban y así aunque el vestido no mostraba curvas, la forma del cuerpo femenino se podía adivinar por el movimiento del vestido.
Los vestidos en los años cincuenta tenían que reflejar la moral y los valores de la época. Los vestidos de nuevo se afinaron para dar una cintura de avispa y enfatizar el escote. Las faldas de los vestidos eran en una “A” y llegaban debajo de la rodilla. Se trata de que la tela rodea a la figura que en estos años el ideal era más redondo y suave que ahora.
La ropa de moda femenina en los años sesenta y setenta cambio de manera dramática. Los diseños se volvieron cortísimos con el advenimiento de la minifalda.

Hasta hace algunas décadas, los vestidos no se diferenciaban mucho de una estación a otra, sin embargo hoy en día los vestidos de verano se han vuelto una categoría por sí mismos. Así como el vestido de coctel, los vestidos de noche o los vestidos de día, el vestido de verano tiene sus propias características. No solamente el material es diferente, sino también el corte y la forma. Los vestidos de verano pueden ser cortos, largos, con tirantes o sin tirantes, fluidos o pegados, con o sin holanes. La idea es que sean cómodos, frescos y versátiles pero que se mantengan a la moda.
Los vestidos de coctel forman parte intrínseca de la ropa de moda femenina. Así como la ropa de moda de hombre tiene sus básicos como el saco azul marino, de la misma manera, el vestido de coctel forma parte del guardarropa femenino. Usualmente va a ser de las piezas más caras del guardarropa y la que requiere más tiempo y cuidado en su selección. Los vestidos de coctel se pueden inspirar de muchas eras y tendencias siendo siempre lo más importante que sean el vestido adecuado de acuerdo a la proporción del cuerpo. Las mujeres delgadas y bajitas se verán mejor en un vestido de coctel corto y más pegado, más inspirado en los sesentas. Las mujeres con un busto más prominente les va bien un vestido inspirado en los cincuentas, muy ajustado de la cintura y a la rodilla, Por lo general el color elegido para los vestidos de coctel es el negro. Es un color excelente para la ropa de moda femenina. El negro se puede cambiar dependiendo de los accesorios. Se puede añadir color o dejar sobrio, sirve para ir al teatro o para salir a bailar. El vestido de coctel debe ser ajustado por un sastre o una modista a que ajuste perfectamente al cuerpo para que sea lo más favorecedor posible.

Hablando del guardarropa de moda femenina, es indispensable que éste contenga ciertas piezas básicas que harán que combinar sea más fácil. Un vestido de coctel como el que se mencionaba arriba y en color negro es esencial para usarse de día o de noche. Un lindo vestido blanco o de color para ir a la playa o de compras en verano. Un vestido casual para estar en casa. Un vestido de noche para algún evento formal o boda. En cuanto a conjuntos de traje, un traje sastre de tela gruesa para invierno y un traje sastre de tela ligera para los meses calurosos. Para el invierno la tela ideal es la lana y el color más versátil el negro, para los meses de calor la tela ligera puede ser el lino o algodón y el color beige o color mostaza. En cuanto a blusas, pueden ser cuatro blusas de seda; dos blancas una de manga larga y una de manga corta; las otras dos al gusto. Se pueden combinar con los trajes. Una blusa casual, 2 camisetas claras y dos camisetas obscuras. En cuanto a pantalones, un pantalón kaki, 2 jeans y un pantalón negro de vestir. Pada faldas, 1 falda negra en “A” y una falda de vestir. Para completar el guardarropa se puede añadir una gabardina, un abrigo, un blazer y una chamarra. Además de zapatos para combinar con los ensambles y la lencería adecuada. Las joyas, mascadas y bolsas pueden cambiar totalmente el mismo vestido o traje, se puede ir invirtiendo poco a poco e ir teniendo piezas clave para dar variedad a la ropa de moda femenina.

Fuente: ropademujermoda.com